La estación internacional de Canfranc, encajonada en el valle del río Aragón, aún mantiene su majestuoso e imponente aspecto, a pesar de que en la restauración de la cubierta obviaran o no mantuvieran algunos detalles. Y aunque aun siguen llegando los trenes desde el lado español, algunas zonas se nota que están un poco olvidadas y abandonadas. Esperemos que continuen con la restauración y pueda recuperar su antiguo esplendor, aunque sea de forma turística. Dejo a continuación unas fotos de cuando estuve visitando la zona.
Lo cierto es que tiene un encanto especial viendo su estado, mas en época de nieve. Mucho coste el que aún hay que invertir en la vieja estación, pero que merecerá la pena, eso sí y por favor, mantengamos lo antiguo y dejémonos de modernidades.