Llevaba tiempo con el blog un poco parado, desde noviembre, pero no me había olvidado de el, y ya hacía tiempo que quería retomarlo así que, continuaré con un relajante y alérgico paseo por uno de los rincones de Alcalá que llevaba tiempo deseando visitarlo. Se trata de el Real Jardín Botánico Juan Carlos I que la Universidad de Alcalá tiene en su campus externo, junto a la A-2 salida km 31,8.
Se trata de un gran jardín con gran variedad de plantas de todo tipo. Arboretum, zonas de flora regional, cactus y hasta un huerto ecológico.
Aunque en algunas zonas en épocas de calor puede acusarse un poco este, en general me parece un sitio bastante agradable para dar un paseo sumergiéndote entre la variopinta vegetación, que aunque no seamos muy entendidos en la materia (como yo, por ejemplo) con un poquito de tiempo, podemos ir leyendo los carteles que nos describen los distintos tipos de plantas, aunque nos llevaría un buen rato. En mi caso, me dediqué a ir explorando la zona, abriendo mis sentidos de la vista, tacto y oido, y dirigiendo mis pasos según las zonas que estaban indicadas en el plano guia.
Hay varias pequeñas colinas sobre los que han situado unos miradores, no cuesta nada subir y disfrutaremos de unas vistas más extensas desde estas zonas elevadas.
Una de las zonas más llamativas y en todo su esplendor en esta época del año, es la «Rosaleda histórica», con más de 3500 ejemplares de rosas de todos los colores, algunos de los siglos XVIII, XIX y principios del XX.
Junto a la siguiente plaza con la escultura en honor a Linneo, se encuentra un lago y la zona del humedal, donde a parte de la típica flora acútica también podemos descubrir algún animalito. ¡Lástima que el día que estuve lo tenían seco por labores de mantenimiento!